y felices fiestas.
éstas éstas,
suenan como orquestas,
no tienen ritmo pero van bien puestas,
siguen sonando pero causan espanto,
incluso algún llanto,
blasfemando ando,
camino, me muevo
no llego, espero,
entretanto saltando,
bajando, subiendo,
yendo, viniendo,
estando mirando me quedo pillado,
asombrado, emocionado, alucinado,
flipado como un cerdo alado,
que no salado,
ni dulce como lo bello,
el vello, mi cuello,
un sello de carta,
estás harta,
no importa,
un esfuerzo,
un comienzo tiene un final,
con perdices o lombrices, pero hay que acabar,
o terminar,
o sino no sirve empezar,
ni buscar,
ni encontrar sin aprovechar,
ni disfrutar o gozar,
volver para atrás,
retroceder, dudar,
pringar por no mimar
a los que quieren acabar,
o salir,
o entrar para avanzar
y ser capaces de lograr algo,
en principio, no mortal,
no efímero, banal,
trivial,
hay que acertar
o saber para poder perder,
o morder o romper,
sin miedo a temer,
dudoso,
engañoso,
mentiroso como un oso que no se quiere quedar,
ni pensar,
ni amar por no llorar,
que a veces no está tan mal,
sino bien, o mejor incluso,
sobre todo siendo iluso,
a la mínima estás confuso,
te sientes obtuso,
que mal uso de lo profundo,
no lo dudo ni un segundo,
tan solo me hundo,
y lo difundo
y desaparezco.
Miércoles 22 de Junio de 2005
00:22
Marcos T.